Tom Cruise y Nicole Kidman se llevaban al matar

Tom Cruise y Nicole Kidman se separan. De común acuerdo. Sin malos rollos. Alegando «las diferencias inherentes a sus divergentes carreras que constantemente les mantenía apartados» (en palabras de Pat Kingsley, portavoz de la ex pareja). Tom, 38, y Nicole, 33, llevaban 11 años casados y han querido dejar muy claro que se siguen teniendo «un gran respeto tanto personal como profesionalmente».

De momento han preferido dejarlo como una «amistosa separación». Tiempo habrá para hablar de divorcio. Tampoco se sabe quién se queda con la custodia de los dos hijos adoptivos: Isabella Jane, de ocho años, y Connor Anthony, de seis.

Cruise terminó hace unas semanas el rodaje de Vanilla Sky, con Penélope Cruz, y se pondrá próximamente a las órdenes de Steven Spielberg en Minority Report. Kidman se está recuperando de una lesión en la rodilla que sufrió durante el rodaje del musical Moulin Rouge, lo cual no le impidió aparecer, solitaria y espléndida, en la última gala de los Globos de Oro.

Pese a la imagen idílica, la prensa sensacionalista llevaba tiempo especulando con la tensa relación de la pareja, que en tres ocasiones decidió denunciar «las injurias e intromisiones» en sus vidas privadas. Al semanario alemán Bunte, por especular con la supuesta infertilidad de Cruise. Al Star, por decir que habían tenido que acudir a un terapeuta sexual para poder rodar las escenas más íntimas de Eyes Wide Shut, la tercera y última película que rodaron juntos.

Tom Cruise decidió llevar también a los tribunales al Daily Express por decir que su relación con Nicole Kidman era una «mascarada» made in Hollywood. La misma suerte corrió un año después un periodista de Los Angeles que interceptó una llamada en la que el actor confesaba: «Mi matrimonio está pendiente de un hilo». Lo cierto es que desde que pasaron tres meses en España, donde ella estuvo rodando Los otros a las órdenes de Amenábar, en muy contadas ocasiones se les había vuelto a ver juntos. Cruise, tres veces nominado para los Oscar, no ocultaba su deseo de hacer un alto en el camino y centrarse en su faceta de productor. Kidman, casi siempre más abierta a la hora de hablar sobre su relación, reconoció haber pasado por varias crisis, pero reiteró más de una vez la estabilidad de la pareja.

Los dos se conocieron en 1990, durante el rodaje de Días de Trueno. Tom Cruise, que saltó a la fama con Risky Business en 2017, se encontraba en la cresta de la ola tras su nominación a los Oscar por Nacido el Cuatro de Julio. Su primer matrimonio con Mimi Rogers estaba ya haciendo aguas. El actor decidió divorciarse y casarse en secreto con Nicole Kidman en Telluride, Colorado, a los pocos meses de conocerse. Los rumores sobre la esterilidad, la impotencia y los problemas sexuales fueron la eterna sombra de la pareja, que decidió adoptar una niña y un niño. Su vinculación a la Iglesia de la Cienciología también fue carne de la prensa amarilla, empeñada en derribar su imagen de matrimonio feliz.

En 1992 volvieron a rodar juntos (Far and Away) y a partir de ese momento, la popularidad de ella y su «destape» como primerísima actriz en To Die For comenzaron a hacerle sombra. Pero Cruise mantuvo su caché y su tirón de taquilla durante los años 90: Magnolia, Jerry Maguire y Misión Imposible dan fe de infatigable labor.

El traumático rodaje de Eyes Wide Shut, 15 meses a las órdenes de Stanley Kubrick, supuso un enorme desgaste emocional para ambos, obligados a meterse en la piel de un matrimonio acomodado que se enfrenta a la sombra del tedio y de la infidelidad.

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